Tuve deseos de regalarte la luna confiscada en otros tiempos
Me muerden las heridas, ya no puedo más. En cada gota de mi sangre (húmeda de anhelos y fatigas) hay un grito y una nota. Y me doble, me doblo ante tu presencia. Los cuervos de la noche han volado para dejar entrar nuevas utopías a este mundo paralelo a la realidad.
Medea
No hay comentarios:
Publicar un comentario