sábado, 22 de noviembre de 2008

Hundida en el rincón de lo prohibido ahogo los recuerdos y añoranzas en el café y los cigarrillos. Afuera los cuerpos van y viene, historias pasajeras de un rato de ocio.
Aquí todo ha desaparecido. El día y la noche se difuminan en los ojos de la fotografía borrosa que guardo con celo en el bolsillo roto de mi pantalón.
Te fuiste, pequeña niña mía, y te convertiste en ausencia y dolor. Dejaste vacíos estos brazos cansados de ceñirse a tu cintura, tu perfume en el viento se disperso y tu voz se convirtió en recuerdo.
Dueles pequeña, porque regresaras olvidadiza y con tatuajes de besos de amantes prófugos en tu piel.
Sí, dueles porque regresaras fuerte pues creciste con mi agonía cada día…

Medea

Esta Noche de Luna

Esta noche,
convierte a esta niña que te ama,
en tu fiera mujer,
tómala entre tus brazos y dale tu alma
llénala de abrazos
y has que esta noche de luna,
se llene de mi eterna penumbra.

Llena esa eterna luz con la oscuridad de mi manto
deja que el grito sea tu canto,
llena de tormento los llantos
y se mi ángel,
eterno ángel de eterna tortura
y de pasión desenfrenada

viernes, 14 de noviembre de 2008

El futuro

Y se muy bien que no estarás.
No estarás en la calle
en el murmullo que brota de la noche
de los postes de alumbrado,
ni en el gesto de elegir el menú,
ni en la sonrisa que alivia los completos en los subtes
ni en los libros prestados,
ni en el hasta mañana.
No estarás en mis sueños,
en el destino original de mis palabras,
ni en una cifra telefónica estarás,
o en el color de un par de guantes
o una blusa.
Me enojaré
amor mío
sin que sea por ti,
y compraré bombones
pero no para ti,
me pararé en la esquina
a la que no vendrás
y diré las cosas que sé decir
y comeré las cosas que sé comer
y soñaré los sueños que se sueñan.
Y se muy bien que no estarás
ni aquí dentro de la cárcel donde te retengo,
ni allí afuera
en ese río de calles y de puentes.
No estarás para nada,
no serás mi recuerdo
y cuando piense en ti
pensaré un pensamiento
que oscuramente trata de acordarse de ti.

Julio Cortazar