martes, 17 de febrero de 2009

Así terminó todo.

Las palabras sobraron.

Con el viento te fuiste,

la noche te tragó.

La melancolía tomo tu lugar

Y te convertiste en recuerdo.

Un triste recuerdo de lo que fue y que nunca volverá.

Con las manos caídas,

Recogiendo los pedazos rotos de mi vida,

deambulo por las entrañas de la tierra

que se nutren con el agua salitre de mis ojos.

Así termino todo… y ya no más.

Cargando la perpetua soledad,

arrastrando la pesadumbre,

voy dando pasos cansados hacia la nada,

lamiendo la sombra herida de mi cuerpo.

Medea

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